Tipo: Libro impreso / Print book
Tamaño / Size: 13.5 x 21 cm
Páginas / Pages: 182
Resumen / Summary:
Autor / Author: Girolamo Savonarola
Editorial / Publisher: Distrididactika
Entrega / Delivery : Nacional / International
Envio desde / Ships from: Colombia
Condición / Condition: Nuevo / New
Tabla de contenido / Table of contents: Introducción
Bibliografía
Cronología
Nota del traductor
La simplicidad de la vida cristianaEpístola de fray Girolamo de Ferrara, de la Orden de los Predicadores, para el libro
La simplicidad de la vida cristianaProemio
Libro I
De la bondad de la vida cristiana y en qué consiste la esencia de esta última
I. La vida cristiana es aquella que sigue el ejemplo y las enseñanzas de Cristo
II. La vida cristiana es mejor que cualquier otra forma de vida que exista o se pueda pensar
III. La vida cristiana no puede fundarse en ningún amor natural del hombre
IV. La vida cristiana no puede fundarse en la parte sensitiva del hombre
V. La vida cristiana no está fundada en la sola luz de la razón natural
VI. La vida cristiana no puede derivar del influjo de los cielos o de otras causas naturales
VII. La vida cristiana no procede de ninguna criatura espiritual
VIII. La raíz y el fundamento de la vida cristiana es la gracia de Dios
IX. La vida cristiana tiende por todos los medios a conservar y acrecentar continuamente el don de la gracia
X. La oración, respecto de cualesquiera otras acciones morales, es el medio más idóneo para acrecentar y conservar el don de la gracia y de la caridad
XI. De todas las acciones de carácter ceremonial, la más conveniente para aumentar y conservar la gracia es el uso devoto y frecuente de la Penitencia y de la Eucaristía
Libro II
La simplicidad de corazón
I. Las cosas espirituales se conocen a partir de la realidad sensible
II. Los varios significados del término «simplicidad»
III. Las cosas más simples son más perfectas
IV. También en su acepción moral y espiritual se puede hablar de simplicidad en varios aspectos
V. La vida cristiana implica una simplicidad del segundo y tercer tipo mencionados
VI. La simplicidad de los cristianos no excluye la prudencia, sino que, al contrario, la supone
VII. Todo cristiano debe esforzarse por alcanzar la perfecta simplicidad
Libro III
De la simplicidad exterior
I. Llamamos simples a aquellas cosas exteriores que derivan de una forma o virtud interior, infundida por Dios o por la naturaleza, sin que medie alguna aportación artificial
II. A los hombres, por naturaleza, les gustan más las cosas simples que las artificiales
III. El verdadero cristiano ama y abraza la simplicidad exterior
IV. Quien no ama la simplicidad exterior no puede vivir cristianamente
V. No a todo el mundo le conviene una misma simplicidad en las cosas exteriores
VI. Esta simplicidad exterior se debe medir no según el abuso de los hombres carnales o bestiales, sino según el juicio de los hombres espirituales.
VII. La medida de la simplicidad exterior se puede hallar en las Sagradas Escrituras y adaptarse a la condición de cada cual
Libro IV
La renuncia a los superfluo y su donación a los pobres por el amor de Dios
I. Los que persiguen la riqueza difícilmente entrarán en el reino de los cielos
II. El hombre rico, incluso si no desea seguir enriqueciéndose más, difícilmente entrará en el reino de los cielos
III. Quien no odia las riquezas difícilmente entrará al reino de los cielos
IV. El hombre cristiano, en cuanto tal, no desea poseer más que cuanto le es necesario a la vida corporal y espiritual
V. El hombre cristiano no comete pecado por desear y obrar a fin de conseguir las cosas necesarias de acuerdo con la dignidad de su estado, aunque éstas no sean necesarias de acuerdo para la vida espiritual o corporal
VI. El hombre cristiano debe dar a los pobres aquello que posee más allá del decoro que le corresponde a su estado
VII. Lo necesario y lo superfluo al decoro, según la condición de cada cual, no deben considerarse como cantidades indivisibles
Libro V
La felicidad de la vida cristiana
I. De todos los animales, sólo el hombre obra con vistas a un fin
II. La vida humana tiene un fin último
III. La felicidad del hombre consiste en la relación del fin último
IV. La felicidad del hombre no consiste en ningún bien exterior
V. La felicidad del hombre no consiste en bienes corporales
VI. La felicidad del hombre no consiste en los bienes del alma sensitiva ni tampoco del placer
VII. La felicidad del hombre consiste en los bienes relacionados con el alma intelectiva
VIII. La felicidad del hombre no consiste ningún bien creado
IX. La felicidad del hombre consiste en la sola contemplación y fruición de Dios
X. La felicidad del hombre consiste esencialmente en una operación del intelecto, pero que se perfecciona con un acto de la voluntad consistente en la fruición o delectación
XI. La felicidad perfecta del hombre no puede alcanzarse en esta vida moral
XII. Es posible en esta vida un cierto principio de felicidad
XIII. La felicidad incoativa es más perfecta en los cristianos que en los filósofos
XIV. el goce al que acceden los perfectos cristianos en su contemplación de Dios no tiene parangón con ningún otro deleite de este mundo, ni sensible ni inteligible.
XV. Los cristianos alcanzan la máxima delectación en la contemplación del Cristo crucificado
XVI. La Sagrada Escritura eleva al cristiano a las mencionadas contemplaciones y delectaciones de una manera excepcional
XVII. El cristiano, cuando simplemente vive, tanta mayor consolación recibe de Dios, de Nuestro Señor Jesucristo y del estudio de las Sagradas Escrituras
XVIII. La vida cristiana es una vida feliz
XIX. No es difícil acceder a esta vida y, con la ayuda de Dios preservar en ella.